El Museo de arte Sacra en Greve in Chianti se encuentra en el interior del ex convento de San Francisco y es un bello testimonio de la vitalidad artística de este territorio. La obra más importante es una gran terracota polícroma, recientemente restaurada, que representa la “Lamentación sobre el Cristo muerto”.
El Museo de San Casciano, además de obras del Renacimiento, hospeda hoy también una sección arqueológica y una dedicada a las habitaciones primitivas, que podrá interesar sobre todo a los niños. Tiene la peculiaridad de estar montado en el interior de una iglesia, Santa María del Jesús, en el centro del pueblo.
El Museo del Tesoro de la Basílica de Santa María en Impruneta, tiene en cambio tres secciones principales: Los manuscritos en miniatura, las obras de orfebrería, las vestimentas y decoraciones sacras. Es realmente para quedar encantados frente a la precisión y belleza de muchas de estas obras, sobre todo si se piensa en los instrumentos disponibles en aquella época y en la ¡gran habilidad manual de estos artistas!
El Anticuario de San Appiano en Barberino Val d’Elsa... apenas un poco fuera del llamado Chianti Clásico, hace de todas formas parte del circuito y, créanlo, merece una visita. Es un pequeño museo arqueológico donde podrán admirar hallazgos helénicos, etruscos, romanos y medievales.
El Museo de arte sacra en Tavarnelle en Val di Pesa, situado al lado de Pieve di San Piero in Bossolo, ofrece una amplia colección de arte orfebre y escultórica, pero sobre todo una colección de pinturas que es particularmente representativa de la habilidad y la capacidad de muchísimos artistas toscanos menores.
Finalmente, quizás menos noble, pero igualmente interesante, siempre en Tavarnelle, en el Castillo de San Donato in Poggio, pueden visitar el Museo de Cultura Campesina, una riquísima colección de utensilios e instrumentos de la tradición rural del Chianti.
¿Entonces, qué esperan? ¡Hay para todos los gustos!